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jueves, 12 de agosto de 2010

German, las tardes de juego y su papa...

Me gusta el sexo, me complace ver complacido al otro... a los otros...
A veces créo que soy el único que tiene complacencia en esto.... a veces compruebo que no el único...
hay otros, la diferencia entre ellos y yo, es que no se atreven a confesarlo, muchisimo menos a hacerlo realidad.


El primer pijazo que ví... el de un amigo de mi padre... en el club donde mi papá tenia por costumbre ir a jugar al futbol todos los domingos.
Tenia por aquel entonces ocho años, y no recuerdo el nombre del muchacho aquel,pero sí recuerdo su pene, sus testiculos, sus pelos rubios y su vientre tenso; tambien su dedos y la delicadeza con la que manejo su verga cuando se puso a orinar justo delante mio sin darse cuenta de que estaba abriendo en mi el deséo mas intenso que sentí en mi vida.



La primera vez que tuve una verga ajena en mis manos fue la de un compañero del colegio de curas; se llamaba Germán y tenia doce años, y por cosas de las hormonas habia teniado un desarrollo prematuro, su verga y sus testiculos habian crecido de manera descomunal cuando aún no habia desarrollado por completo el resto del cuerpo..., su sexo era enorme para su complexion todavia de chico pre adolescente, yo tenia un año menos y era inocente de aquellos cambios en el cuerpo de mi amiguito de la infancia hasta que una tarde, en el baño de la escuela me contó en secreto que habia dias en que no podia frenar el deseo de tocarse.


La verga se le ponia dura y no sabia bien por que, pero en ese momento le venian ganas de tocarse; Germán lo hacia muy seguido y no queria cargar con las culpas sólo, además de saber si yo tambien me tocaba, cómo me tocaba y por que,  y si lo contaba en la confesión de la misa del los domingos, entonces decidió contarme.
Se bajó el pantalón y me mostró aquel pedazo de carne enorme y peludo pendiendo de su entrepierna, él no sabia de mis gustos intimos, sólo hacia aquello por mostrarme su nuevo juguete.
No pude contenerme, -La puedo tocar? - , pregunté timidamente con la vista fija en el rabo de mi amigo, mirando cada detalle con detenimiento y con la garganta séca de los nervios de haber hecho aquella pregunta entre dientes.
Un destello de lujuria brillo en sus ojos, en ese preciso instante en que yo descubria su belleza intima, mi amigo descubria mis gustos ocultos... - Te gusta? - me respondió con un interrogante.


- No sé..- le respondí, y estirando las manos prendí aquel maravilloso capullo de rosa enorme y vivo.
La piel sauve y tersa, las venas firmes recorriendo la carne tibia de arriba abajo y perdiendose; el prepucio delicado guardando un glande rosado, brillante, caliente y húmedo.

Mis dedos torpes recorrieron aquella suavidad por un momento, el solo tacto aumentó su volumen un poco, comenzaba a perder flaccidés
El timbre interrumpió mi observación detenida, salimos corriendo del baño pero ántes de entrar en el aúla de religión nuevamente me dijo, - esta tarde veni a jugar a casa , queres? -, no le pude responder, todavia extasiado por aquel encuentro íntimo, estaba turbado... tenía la necesidad de tener aquello, tenía la necesidad de algo que desconocia, quería repetir aquella hazaña, tenía que volver a hacerlo.
Con esa frase mi amigo German completaba el circulo, seguramente habria en aquella tarde de juego, una oportunidad para repetir la visión. Pero no le pude contestar.
la rutina siguió como todos los dias. Mi abuela me vino a buscar a la salida, despedida del resto del grupo, caminata hasta la casa, almuerzo... durante todo este tiempo tuve en la cabeza y el tacto la sensación de aquel pedazo de carne hermoso que habia descubierto de vista cuando niño y por fin pude palpar.

Germán era hijo único de padres separados, su madre había escapado de la casa con otro hombre y su padre lo criaba entre horas de trabajo y sueño; german se arreglaba solo para todas las cosas de la casa y el resto lo hacian a medias con su papá, un colectivero bruto que en su afán de criarlo macho heterosexual traía mujeres a la casa a las que se cojia delante de su hijo... - para que aprenda...-, a veces, en sus borracheras hacia que sus putas le chuparan la pija al pibe mientras se las cojia, quizás a esto se debia el desarrollo prematuro de los genitales de mi amigo, en fín, cuando quedaron sólos, todos los secretos y los tabues de german fueron desapareciendo.

Su padre organizaba fiestas de las que lo hacia participar... y todo fué cambiando para él.
Me arreglé como pude y esa tarde fuí a su casa... mi único proposito era el de repetir la escena que me habia dejado tan conmovido.
german estaba ahí... esperando, solo... completamente solo y sin horarios.
Entré a la casa y me sentó en el comedor...
- si te muestro la pija... me la chupás? - me dijo sin el menor de los rodeos.
le dije que sí, sin entender, se bajo el short negro de futobol que tenía puesto y saco esa pija que me parecia enorme... abri la boca de asombro y de un bocado me la puse adentro sin saber muy bien lo que hacia... era terriblemente exitante...sentí un cosquilleo que nos recorrió a los dos en ese momento.
Sentí su verga palpitando atrapado por mis labios torpes, una mescla de terror y ansiedad me envolvia... no podia parar de hacer aquello que intentaba hacer, queria devorarme todo su sexo pero a cada momento me resultaba cada vez mas trabajoso... su verga era grande pero al estimularla se ponia cada vez mas dura y cada vez mas grande...


Arrimó una silla y se sentó, completamente desnudo y exitado... yo me quedé parado ahi, caliente y turbado, ya no podia volver atras, mi amigo descubria mi debilidad por la pija y eso me ponia en desventaja...
- Te gusta?- me repitió de nuevo... Sí, le dije...
- Entonces vení, seguí con lo que estabas haciendo -...
desde aquella tarde y durante todo ese verano nunca mas me aburrí, las siestas eran maravillosas experiencias sexuales que con el tiempo se hirian intensificando...
Casi todas las tardes era la misma rutina... llegar a su casa y encerrarnos en su habitación para dejarnos llevar por un arrebato de besos, caricias, pajas mutuas y chupadas de pija que duraban horas...
Pero la cosa, no terminó alli... un buen dia su padre llegó de sorpresa y nos descubrió...
pero eso...es otra historia....

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